Hojas Topográficas y Geológicas
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/66
Hojas topográficas y geológicas2024-03-18T03:17:27ZHojas Geológicas 3763-I y 3763-III Santa Rosa y Darregueira: provincias de La Pampa y Buenos Aires
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4394
Hojas Geológicas 3763-I y 3763-III Santa Rosa y Darregueira: provincias de La Pampa y Buenos Aires
Gutiérrez, Mariana A.; Silva Nieto, Diego G.; Balbi, Adriana; Manassero, Sofía
Las Hojas Geológicas 3763-I y 3763-III, Santa Rosa y Darregueira respectivamente, están situadas en el centro este de la provincia de La Pampa y una pequeña porción del oeste de la provincia de Buenos Aires. En el sector occidental, el paisaje es mayoritariamente mesetiforme y está disectado profundamente por los denominados Valles Transversales Pampeanos, que en general tienen una
orientación este-oeste y noreste-suroeste. El resto de la comarca presenta un relieve suavemente ondulado cubierto con importantes acumulaciones de sedimentos arenosos. Desde el punto de vista geológico, gran parte de la superficie de las hojas está conformada por sedimentos neógenos y cuaternarios, entre los que se destacan limolitas arcillosas, areniscas limosas y areniscas muy finas de la Formación Cerro Azul, que son portadoras de una abundante fauna de vertebrados fósiles que permitió asignarles una edad miocena tardía. Sobre ellas y en discordancia se ha desarrollado una cobertura de calcrete cuya edad máxima de formación sería el Mioceno tardío. Importantes depósitos de arenas,
arenas limosas y limos arenosos de origen eólico asignados a la Formación Meaucó, cuya edad está comprendida entre el Pleistoceno superior y el Holoceno, se reconocen prácticamente en toda la superficie de ambas hojas, ya sea como un manto continuo que cubre al calcrete de la planicie estructural, en los flancos de las depresiones, como relleno de los valles, o formando los campos de
arena del sector nororiental. Asimismo, se han diferenciado depósitos sedimentarios holocenos de distinto origen, sedimentos de bajos, lagunas y salinas. Las perspectivas mineras se orientan principalmente hacia los minerales industriales y no metalíferos, como sulfato y cloruro de sodio, y rocas de aplicación como arenas y tosca para uso vial. En el ámbito de las hojas se destacan, como Sitios de Interés Geológico, las crotovinas en el km 9 de la ruta nacional 154 y las aguas hipersalinas de la Reserva Natural Laguna de Guatraché.
Fil: Gutiérrez, Mariana A. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Silva Nieto, Diego G. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Balbi, Adriana. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Manassero, Sofía. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
2023-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 4569-I. José de San Martín, Provincia del Chubut
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4334
Hoja Geológica 4569-I. José de San Martín, Provincia del Chubut
Programa Nacional de Cartas Geológicas de la República Argentina 1:250.000
Ardolino, Alberto A.; Busteros, Alicia Graciela; Franchi, Mario; Lema, Hebe; Silva Nieto, Diego G.; Giacosa, Raúl Eduardo; Hernando, Ignacio
La Hoja 4569-I José de San Martín está situada en la región centro-occidental de la provincia del Chubut. El sector occidental está comprendido en la provincia geológica Precordillera Patagónica, en tanto que parte de las cuencas de Cañadón Asfalto y del Golfo San Jorge están representadas en el sector nororiental y en los sectores sur oriental y sur occidental, respectivamente. La sucesión estratigráfica comprende una espesa secuencia epiclástica marina y continental neopaleozoica del Grupo Tepuel como unidad más antigua aflorante, que fue cubierta, en discordancia, por los depósitos marinos del Jurásico inferior de las formaciones Puntudo Alto, El Córdoba y Osta Arena. En aparente sincronismo parcial con esta ingresión, en el Jurásico inferior a medio se ge neró en la comarca un episodio magmático significativo, representado, por una parte, por efusiones mesosilícicas acompañadas por rocas volcaniclásticas y epiclásticas, cuyos exponentes son las formaciones Cerro Carnerero y Cañadón Puelman del Grupo Lonco Trapial, las formaciones El Chacay, Daher y Cerro Colorado, las Andesitas Monigote y el Pórfiro dacítico Maliqueo, y por unidades plutónicas, las formaciones José de San Martín y Cresta de los Bosques, compuestas por granitoides y dioritoides la primera y por rocas gábricas la segunda. La estructuración de las unidades precedentes generó la formación de cuencas continentales integradas en menor o mayor medida, donde se depositaron, durante el Cretácico inferior a superior, las sedimentitas de la Formación Manantial Pelado y las de las formaciones integrantes del Grupo Chubut, estas últimas expuestas en la mayor parte de la Hoja. Un ciclo efusivo básico de fines del Cretácico está representado por la Formación Tres Picos Prieto y el Basalto El Mate. Depósitos continentales paleógenos se registran en el sector oriental de la Hoja, correspondientes a la Formación Río Chico y al Grupo Sarmiento, la primera compuesta por rocas epiclásticas finas y por tobas y tufitas la segunda, cuyas secuencias superiores tienen edades miocenas. A partir del Eoceno, en el resto del Paleógeno y durante todo el Neógeno hubo en la región una profusa actividad volcánica basáltica, representada por las formaciones Piedra Alta y Sierra Cuadrada y por los basaltos Los Galpones, Carranza, Don Alfredo, Los Juncos y Michiguado. Una intrusión puntual de una roca básica alcalina se produjo en el Mioceno tardío con la Diabasa teschenítica Bochatey. Los procesos glaciarios del Pleistoceno tienen reducida expresión en el extremo sur occidental de la Hoja, donde afl oran las partes distales de depósitos fluvioglaciarios cordilleranos. En la parte occidental del área, los valles del arroyo Genoa y del río Senguer son magníficos ejemplos de los procesos fluviales, reconociéndose extensos niveles de depósitos aluviales antiguos, hoy formando terrazas, y amplias planicies de inundación. En este sector, vinculadas con el lineamiento Genoa-Senguer, se produjeron las efusiones básalticas más modernas de la comarca. Niveles de pedimentación y de agradación se produjeron en varios sectores durante el Pleistoceno y el Holoceno, acompañados por depósitos de remoción en masa, aluviales y coluviales y de relleno de bajos y lagunas. Gran parte de la región abarcada por la Hoja corresponde a la Faja Plegada de San Bernardo. El aspecto general de la comarca está caracterizado por sierras de orientación N-S y NNO que tienen un origen estructural. En ese sentido, las principales estructuras tectónicas son pliegues de orientación N-S, NNE y NNO, asociada a fallas inversas. Varios ambientes geomorfológicos se diferenciaron en la Hoja, como el paisaje fluvial del arroyo Genoa y afluentes, el ambiente de serranías y pliegues, el de planicies estructurales lávicas, que en sectores donde aflora la Formación Sierra Cuadrada incluyen mantos lávicos plegados, los volcanes monogénicos modernos del valle Genoa- Senguer, las planicies fluvioglaciarias, el ambiente de remoción en masa, huayquerías y playas salinas y el paisaje de niveles de sedimentación. Los únicos depósitos minerales en el ámbito de la hoja fueron evaluados por Yacimientos Carboníferos Fiscales con cierta profundidad en las décadas del 50 y 60 del siglo pasado y corresponden a manifestaciones de carbón que se hallaron en las sedimentitas neopaleozoicas de las localidades de Piedra Shotel, Aguada de las Mulas y salitral de Ferrarotti. Varios sitios considerados de interés geológico se individualizaron en esta hoja, tomando como base criterios estructurales, geomorfológicos y litológicos: Basaltos plegados de la Formación Sierra Cuadrada, Anticlinal de la sierra Nevada, Inversión del relieve en las lagunas Palacios y Seca, Anticlinal de la sierra del Cerro Negro, Mezcla de magmas en las estancias Bitrich y María Cristina, Volcán del cerro de los Chenques y Gabro del puesto Genoa.
Fil: Ardolino, Alberto A. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Busteros, Alicia G. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Franchi, Mario. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Lema, Hebe. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Silva Nieto, Diego G. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Giacosa, Raúl Eduardo. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro General Roca; Argentina.; Fil: Hernando, Ignacio. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro General Roca; Argentina.
2023-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 3969-24 General Roca, provincia de Río Negro
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4310
Hoja Geológica 3969-24 General Roca, provincia de Río Negro
Rodríguez, María Fernanda; Casa, Analía; Dal Molin, Carlos Nelson; Hernando, Ignacio
La Hoja Geológica 3969-24 General Roca se ubica en el noroeste de la provincia de Río Negro y se incluye en el sector oriental de la provincia geológica del Engolfamiento Neuquino. Las unidades estratigráficas más antiguas que afloran en la región se asignan a la parte superior del Grupo Neuquén (Subgrupo Río Neuquén, Formación Bajo de la Carpa y Formación Anacleto) y a la parte inferior del Grupo Malargüe (Formación Allen), ambos del Cretácico Tardío. Todas estas unidades están integradas por rocas epiclásticas que se acumularon durante el inicio de la etapa de antepaís de la cuenca Neuquina en respuesta al levantamiento andino del Cretácico Tardío. El Subgrupo Río Neuquén (Turoniano-Coniaciano) está formado por areniscas, fangolitas y conglomerados fluviales y aflora únicamente en el borde noroeste de la Hoja. Los depósitos arenosos y conglomerádicos fluviales de la Formación Bajo de la Carpa (Santoniano) están ampliamente distribuidos y son más espesos en el cuadrante suroeste. La Formación Anacleto está bien expuesta en la mitad norte de la Hoja y se compone de areniscas finas y pelitas, depositadas en planicies aluviales y lagos temporarios. El Grupo Malargüe está representado por depósitos continentales referidos al miembro inferior de la Formación Allen (Campaniano superior-Maastrichtiano), que en el ámbito de la Hoja sucede de manera transicional a la Formación Anacleto. Los afloramientos de la Formación Allen se sitúan rodeando a la meseta del Cuerno y en el salitral Moreno. El abundante registro paleontológico del Cretácico Superior de la Hoja consiste en restos de vertebrados, principalmente dinosaurios, reptiles (cocodrilos, serpientes, tortugas) y aves, así como icnitas y cáscaras de huevos de dinosaurios. También se han hallado restos de plantas y moluscos y microfósiles de agua dulce. El Grupo Malargue está separado de las unidades cenozoicas suprayacentes por una discordancia regional. Esta discontinuidad registra un período de erosión y bypass sedimentario que afectó a gran parte del Engolfamiento Neuquino durante el Paleógeno. Las sedimentitas cenozoicas aflorantes en la Hoja se distribuyen en los flancos de la meseta del Cuerno; se las asigna a la Formación Chichinales (Mioceno inferior), la Formación Río Negro (Mioceno superior - Plioceno) y los depósitos de la Planicie Aluvial del Cuerno (Plioceno - Pleistoceno). El aporte piroclástico es muy importante en las sedimentitas de la Formación Chichinales, con procedencia de arco volcánico evidenciada por los análisis geoquímicos. En una toba de la sección superior se obtuvo una edad 40Ar/39Ar de 20,49±0,05 Ma. Este dato es consistente con la edad miocena temprana de la Formación basada en su contenido fósil de Edad Mamífero Colhuehuapense. La Formación Río Negro sucede en discordancia a la anterior y junto con los depósitos de la Planicie Aluvial del Cuerno se las considera como depósitos sinorogénicos distales del principal levantamiento andino, iniciado durante el Mioceno medio a tardío. El calcrete en el tope de la unidad más joven señala la estabilización de la superficie agradacional en el Plio-Pleistoceno. El valle actual del río Negro comenzó a formarse durante el Plioceno tardío y Cuaternario. La evolución del sistema fluvial comenzó con la disección de la planicie aluvial del Cuerno. Los subsiguientes niveles de terrazas han sido relacionados con los ciclos glaciales del Pleistoceno en los Andes Neuquinos. En la zona sur de la Hoja, la evolución del paisaje estuvo controlada por el salitral Moreno, una cuenca cerrada de probable origen tectónico. El área de estudio se incluye en la unidad morfoestructural de la Dorsal de Huincul, una faja de deformación transversal a la cuenca Neuquina que continúa hacia el este en la falla Río Negro. Las estructuras reconocidas en afloramiento son escasas. Se observaron fallas de mesoescala con rechazos aparentes de pocos centímetros en las unidades cretácicas, y sistemas de diaclasas en la Formación Chichinales. La disposición de las sedimentitas cretácicas es subhorizontal a suavemente homoclinal hacia el NE. Las unidades cenozoicas están subhorizontales. Los lineamientos regionales fueron interpretados sobre imágenes satelitales a partir de los rasgos morfológicos locales y la información regional y de subsuelo disponible. Los recursos minerales más importantes de la Hoja son los hidrocarburos. Estación Fernández Oro es el yacimiento más relevante. En lo relativo a minerales industriales, existen algunas explotaciones en canteras de arena silícea, bentonita y áridos de construcción.
Fil: Rodríguez, María Fernanda. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Casa, Analía L. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Dal Molin, Carlos N. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Hernando, Ignacio N. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro General Roca; Argentina.
2023-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 4372-I y II Esquel. Provincia del Chubut (versión final)
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4309
Hoja Geológica 4372-I y II Esquel. Provincia del Chubut (versión final)
Lizuaín, Antonio; Viera, Roberto Luis María
La comarca que abarca la Hoja Esquel forma parte en su mitad occidental de la Cordillera Patagónica Septentrional, en tanto que la mitad oriental constituye parte de la Precordillera del Chubut y de las estribaciones más occidentales del Macizo Nordpatagónico. La unidad más antigua de la columna estratigráfica consiste en metamorfitas precámbricas. El basamento
pre-mesozoico se completa con granitoides de la Formación El Platero (Silúrico) y con las sedimentitas marinas de la Formación Esquel (Paleozoico superior). En discordancia angular sobre este zócalo se produjo la sedimentación de las rocas de la Formación Piltriquitrón (Liásico), que se depositaron en un ambiente de llanura de mareas con aportes del continente
retrabajados por el oleaje y las mareas. Estas sedimentitas están asociadas con un vulcanismo de arco de carácter ácido a mesosilíceo. Su conocimiento permitió extender el dominio paleogeográfico de los terrenos del Jurásico inferior, acumulados en
una cuenca de orientación N-S, con un borde de cuenca situado al oeste del lago Puelo y abierta hacia el noroeste. También en el Liásico ocurrió el emplazamiento de diabasas y gabros. La implantación de un arco volcánico calcoalcalino durante el Jurásico medio a superior permitió el desarrollo de un extenso vulcanismo en la Cordillera Patagónica, desde el lago Fontana hasta el área de Esquel, y que podría extenderse hasta la región del lago Nahuel Huapí. En el Jurásico medio se habrían intruido granitoides reunidos en la Formación Leleque. Durante el Cretácico, la existencia de otro arco volcánico calcoalcalino posibilitó el desarrollo del vulcanismo mesosilíceo a ácido de la Formación Divisadero. A fines de esa época sucedió, en la Cordillera Patagónica, un episodio plutónico de importancia regional cual fue el emplazamiento de los Granitoides del Batolito Andino. En el Paleógeno se generaron en la comarca y en áreas vecinas dos arcos volcánicos. Uno pertenece a un arco magmático externo, bimodal, que corresponde a la Formación Huitrera y otro, interno, ampliamente difundido en el ámbito de la Cordillera Patagónica cuyas rocas componen la Formación Ventana. Con la extinción del vulcanismo paleógeno y luego e un período de erosión, se depositaron facies psefíticas (destrucción de los arcos) que sirvieron de base a depósitos marinos y continentales. Este conjunto constituye la Formación Ñorquinco. Ya en el Neógeno, en el Mioceno, en el sector extraandino se depositaron sedimentitas y tobas pertenecientes a la Formación Collón Curá. También en esa edad tuvo lugar un episodio subvolcánico restringido, que determinó el emplazamiento de la Andesita Cerro Plataforma. La estructuración actual de la cordillera de los Andes se implementó a través de los movimientos Quéchuicos, responsables de la reactivación de las fracturas preexistentes, en especial aquellas originadas en las etapas extensionales del Mesozoico que permitieron el desarrollo de cuencas y el emplazamiento de las granitoides jurásicos y cretácicos. La comarca presenta dos sectores bien definidos, uno cordillerano y otro extraandino, donde coexisten una faja corrida y plegada, una cuenca de antepaís, y una zona de antepaís que corresponde a la parte occidental del Macizo de Somún Curá. En general se han observado sistemas de corrimientos con vergencia general al este y retrocorrimientos con vergencia al oeste. Los sectores cordillerano y precordillerano fueron modelados durante el Cuaternario por importantes eventos glaciarios que modificaron intensamente el relieve existente. A esos procesos se deben sumar las alteraciones del paisaje generadas por la actual red de drenaje y los fenómenos de remoción en masa. Durante el Pleistoceno se formaron importantes valles en «U» y en la actualidad se preservan pequeños glaciares en las nacientes de los ríos Aterzal, Turbio, Tigre y Los Alerces. Entre los recursos minerales de la Hoja predominan los de minerales metalíferos, particularmente de Cu, Pb, Zn y Mo, alojados en zonas de alteración hidrotermal. También hay importantes mineralizaciones vetiformes polimetálicas con Au y Ag y vetas de cuarzo epitermal de baja sulfuración con minerales auroargentíferos. Entre los distritos de significación se puede mencionar la zona del cordón de Esquel y la del cordón oriental del Futalaufquen. Otro recurso importante está dado por los aluviones que contienen metales nobles. Entre los minerales industriales, el área cuenta con yacimientos de arcillas, bentonitas, calizas, margas, caolín y perlitas. Hay también depósitos de combustibles sólidos, tales como turba y carbón.
Fil: Lizuaín, Antonio. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Viera, Roberto. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
2010-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 3169-33, Villa Pituil, provincia de San Juan
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4299
Hoja Geológica 3169-33, Villa Pituil, provincia de San Juan
Gaido, María Fernanda; Cegarra, Marcelo I.; Anselmi, Gabriela; Yamin, Marcela Gladys
La Hoja 3169-33 Villa Pituil se encuentra ubicada en el sur de la provincia de San Juan, entre las coordenadas 31º 40’ - 32º 00’’ LS y 69º 00’ - 69º 30’’ LO, y comprende esencialmente un sector de la provincia geológica de Precordillera, que es dividida en base a sus características estructurales y litológicas en subunidades. Así, el área de la Hoja abarca, de este a oeste, parte de la Precordillera Central y de la Precordillera Occidental. Además, en el oeste de la Hoja se encuentra el valle longitudinal de Barreal que separa la Precordillera de la Cordillera Frontal (localizada al oeste de la Hoja). Esta última tiene su representación en la región en los depósitos distales de su bajada pedemontana que se reconocen en el límite occidental de la Hoja.
Villa Pituil da nombre a la zona sur de la localidad de Barreal, ubicada inmediatamente al norte del esquinero noroeste de la Hoja, la cual constituye el núcleo poblacional más importante del área. Esta Hoja engloba la mayor parte de la superficie del Parque Nacional El Leoncito, el cual se extiende desde el faldeo occidental de la sierra del Tontal hasta el barreal del Leoncito, rasgo geomórfico característico de la zona ubicado al sur de Villa Pituil. Las rocas más antiguas, del Ordovícico y de ambiente marino, corresponden a: grauvacas y subgrauvacas de la Formación Don Polo; calizas de plataforma de la Formación San Juan; sedimentitas con olistolitos calcáreos de la Formación Los Sombreros y epiclastitas asociadas a basaltos que se corresponden con las formaciones Cabeceras y Portezuelo del Tontal. La persistencia de este ambiente marino, que alcanza al Silúrico y parte del Devónico, dio lugar al desarrollo de los depósitos marinos de las formaciones Villavicencio, Hilario, Calingasta y La Tina, correspondientes a facies profundas o de plataforma distal. Asimismo, la sedimentación marina estuvo asociada con el desarrollo de volcanismo submarino, como lo atestiguan las intercalaciones de lavas basálticas almohadilladas en la Formación Sandalio; mientras que en otros sectores la depositación se produjo en profundidades neríticas (Formación Tontal). En el Devónico también se desarrollaron las epiclastitas marinas de las formaciones Codo y Punta Negra, que en este último caso representan facies turbidíticas expuestas a lo largo de los cordones más orientales de la Hoja. En el Carbonífero se produjo un cambio en las condiciones climáticas y ambientales que dio lugar a la acción glacial, que dejó su impronta en las epiclastitas marinas correspondientes a las distintas unidades carboníferas de la región (formaciones Leoncito, Majaditas y Ansilta y el Grupo San Eduardo). Paulatinamente, este ambiente glacimarino fue pasando a un ambiente marino somero a litoral que imprimió sus caracteristicas en parte de las sedimentitas del Grupo Pituil y en la sección superior de la Formación Ansilta, donde ya se encuentra la transición a facies fluviales continentales del Pérmico Inferior. El registro sedimentario se reanuda en el Triásico cuando la sedimentación continental se desarrolló en depocentros aislados. En el límite norte de la Hoja, en la serranía de las Piedras Pintadas, se observan escasos afloramientos de epiclastitas continentales, con intercalaciones piroclásticas, portadoras de una variada paleoflora que pertenecen al Grupo Sorocayense; otro pequeño grupo de asomos triásicos se observa al sur de la Pampa Jarillal. Tentativamente, entre el Pérmico y el Triásico se generaron pequeños cuerpos subvolcánicos (diques dacíticos, andesíticos y basálticos) que indican la ocurrencia de un magmatismo, posiblemente extensional, que afectó esta parte de la Precordillera. La actividad ígnea del Oligoceno Superior-Mioceno Inferior, vinculada a una subducción, generó los cuerpos subvolcánicos andesíticos y dacíticos de la Formación Cerro Redondo que se reconocen en el frente serrano occidental de Precordillera (serranía de las Piedras Pintadas y alrededores del cerro Quebrada Seca), y en los diques ácidos que afloran a lo largo de la sierra que contiene a los cerros Los Arroyitos y Cabeceras y en la ladera occidental de la sierra del Tontal. Por otra parte, en el Neógeno comenzó la depositación de los sedimentos sinorogénicos de la cuenca de antepaís mioceno-pliocena (formaciones Lomas del Inca, Albarracín y Mogotes), donde las facies y la composición de estas epiclastitas, con esporádicas intercalaciones piroclásticas, reflejan la evolución del levantamiento y deformación de la región. En el Pleistoceno se produjo la acumulación de gravas y arenas en los valles intermontanos, en el piedemonte occidental de Pre-cordillera y oriental de la Cordillera Frontal. Estos depósitos conforman distintos niveles de agradación que fueron agrupados en dos niveles como Depósitos pedemontanos e intramontanos Nivel I y Nivel II, respectivamente. Los depósitos más recientes están constituídos por los sedimentos fluviales aterrazados que bordean los principales cursos fluviales; los de remoción en masa, avalanchas de rocas y flujos de detritos, principalmente a lo largo del faldeo oriental de la sierra del Tontal; los sedimentos finos de barreal, notoriamente desarrollados en el barreal del Leoncito; y los aluviales y coluviales que se reconocen tapizando las pendientes de todo el ámbito de la Hoja. En cuanto a la estructura, la Precordillera Occidental y Central está caracterizada como una compleja faja plegada y corrida de piel fina, constituida por distintos corrimientos principalmente de vergencia oriental, principalmente, con retrocorrimientos subordina dos mayormente en el sector occidental, que sufrió un importante acortamiento horizontal en sentido E-O durante el Neógeno. La compleja estructura que exhibe la Precordillera proviene de la superposición de al menos tres eventos compresivos que afectaron la región en el Paleozoico Inferior, en el Paleozoico Superior y en el Neógeno. De los eventos extensionales intercalados con los compresivos, se destaca el acaecido en el Triásico, asociado al desarrollo de hemigrabens de rumbo nor-noroeste que controlaron la depositación de las sedimentitas y volcaniclastitas coetáneas. Estas estructuras extensionales fueron reactivadas como compresivas en el néogeno, segmentando y condicionando la orientación de los corrimentos presentes. La zona sigue mostrando actividad tectónica compresiva en la actualidad, con fallas y pliegues que afectan depósitos cuaternarios y constituyen potenciales fuentes sismogénicas. En la zona de la Pampa de los Pozos se encuentran algunas antiguas labores mineras de escasa magnitud, vinculadas con la extracción artesanal de cobre. Esta mineralización se asocia con pequeños intrusivos pérmico-triásicos. También, al norte del cerro Los Arroyitos se encuentran en superficie pequeñas zonas de alteración vinculadas a diques, probablemente neógenos, las cuales podrían contener concentraciones minerales de interés. Se resaltan siete sitios de interés geológico con destacadas características geológicas y estratigráficas regionales.
Fil: Gaido, María Fernanda. Servicio Geológico Minero Argentino. Delegación Córdoba; Argentina.; Fil: Cegarra, Marcelo I. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Anselmi, Gabriela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Yamin, Marcela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
2023-01-01T00:00:00ZHojas Geológicas 2969-30, 2969-36 y 2966-31 Vichigasta, Talampaya y Los Colorados
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4290
Hojas Geológicas 2969-30, 2969-36 y 2966-31 Vichigasta, Talampaya y Los Colorados
Provincias de La Rioja y San Juan.; Programa Nacional de Cartas Geológicas de la República Argentina 1:100.000
Candiani, Juan Carlos; Canelo, Horacio Nicolás; Astini, Ricardo Alfredo; Colombi, Carina Ester; Cecenarro, Julián Facundo; Varas, Rosana Elsa
La zona de trabajo se caracteriza por importantes depocentros de sedimentitas triásicas que forman las cuencas de Ischigualasto-Villa Unión. Por su valor patrimonial y científico, las cuencas se encuentran preservadas en los parques Nacional Talampaya y Provincial Ischigualasto.
La región es árida con un balance hídrico negativo, falta de redes de drenaje perennes y fuerte actividad de vientos, capaces de modelar el paisaje y generar geoformas eólicas.
Las Hojas Geológicas forman parte del margen acrecionario (Orógeno Famatiniano) construido a lo largo del borde oeste de Gondwana en el Paleozoico Inferior. Fragmentos de un basamento metasedimentario de bajo grado, de edad cambro ordovícica, fueron intruídos por un magmatismo ordovícico representado por el Complejo Magmático Sañogasta. Durante el Ciclo Gondwánico, una tectónica extensional favoreció la intrusión en la región de granitoides peralcalinos y diques lamprofíricos. Dicha inestabilidad cortical también dio lugar, durante el Carbonífero y Pérmico, al desarrollo de cuencas donde se depositaron las sedimentitas continentales del Grupo Paganzo y, posteriormente, la generación de rifts con sedimentación y magmatismo triásicos. Durante la Orogenia Andina, la horizontalización progresiva de la placa subductada produjo la migración hacia el este del frente de deformación, activando un fallamiento inverso de alto ángulo junto a la inversión tectónica de las cuencas y las estructuras gondwánicas. Los depósitos sinorogénicos del Ciclo Ándico, fundamentalmente neógenos, representados por el Grupo Alto de San Nicolás, registran la historia del levantamiento progresivo.
Dentro de los recursos minerales se destacan los yacimientos de arcillas caolínicas del distrito minero Amaná, relacionados con la Formación Agua Colorada/ Lagares de edad carbonífera superior. También tuvieron cierta importancia económica los yacimientos vetiformes de baritina/ fluorita del distrito minero Talampaya y los yacimientos de wolframita del distrito minero El Chacho, posiblemente relacionados con la actividad magmática del Carbonífero Inferior.
Fil: Candiani, Juan Carlos. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro Córdoba; Argentina.; Fil: Canelo, Horacio Nicolás. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Argentina.; Fil: Astini, Ricardo Alfredo. CONICET. Universidad Nacional de Córdoba. Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra; Argentina.; Fil: Colombi, Carina Ester. CONICET. Universidad Nacional de San Juan. Instituto y Museo de Ciencias Naturales. Centro de Investigaciones de la Geósfera y la Biósfera; Argentina.; Fil: Cecenarro, Julián Facundo. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro Mendoza; Argentina.; Fil: Varas, Rosana Elsa. Servicio Geológico Minero Argentino. Centro Córdoba; Argentina.
2022-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 4369-I Gastre, Provincia de Chubut
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4251
Hoja Geológica 4369-I Gastre, Provincia de Chubut
Programa Nacional de Cartas Geológicas de la República Argentina
Lizuaín, Antonio; Silva Nieto, Diego G.; Márquez, Marcelo; Pezzuchi, Hugo Daniel
Las rocas más antiguas reconocidas en el ámbito de la Hoja Gastre son esquistos, gneises y anfibolitas asignados al CarboníferoPérmico, a las que le siguen metavulcanitas y metasedimentitas de la Formación Calcatapul de probable edad pérmica.
Durante el ciclo Gondwánico se registró un plutonismo sincolisional, responsable de la intrusión, en la caja metamórfica, de los
granitoides carboníferos-pérmicos de la Formación Mamil Choique. Como registro de la actividad magmática post-colisional está
la intrusión de los granitoides de la Formación Lipetrén acontecida Triásico superior.
En disconformidad sobre el basamento ígneo metamórfico yacen las sedimentitas de la Formación Las Leoneras de edad jurásica inferior, generadas en un ambiente lacustre con posible vinculación con el mar abierto con aportes fluviales y piroclásticos, y las vulcanitas de arco de carácter mesosilícico correspondientes a la Formación Lonco Trapial del Jurásico inferior a medio.
Entre el Jurásico medio y superior, se depositaron sedimentitas calcáreas y epiclásticas de la Formación Cañadón Asfalto en un
ambiente lagunar de relativa profundidad, de climas templados, semiáridos. Hubo también episodios volcánicos (tobas y lavas) en diferentes tramos de la columna. La unidad suprayace, en discordancia angular, a las vulcanitas de la Formación Lonco Trapial.
Durante el Cretácico inferior se produjo la depositación de los sedimentos que conformarón las rocas del Grupo Chubut en un
ambiente continental, fluvial de alta energía con facies de desbordamiento y gran aporte de material piroclástico.
Durante el Cretácico superior se depositaron en discordancia angular sobre la unidad anterior las secuencias sedimentarias de las formaciones Paso del Sapo y Lefipán, ambas desarrolladas en ambiente continental fluvial y marino, respectivamente.
Entre el Paleoceno y el Eoceno se desarrolló un episodio volcánico-subvolcánico caracterizado por basaltos y teschenitas agrupadas en la Formación El Buitre.
La Formación Huitrera, de edad eocena, caracteriza a un ciclo eruptivo ampliamente difundido en este sector de la Patagonia extraandina, cuyos productos cubren en discordancia a las unidades previas.
En el lapso Mioceno inferior a medio, la comarca estuvo sometida a esfuerzos tensionales que favorecieron la fracturación profunda y la efusión de lavas basálticas alcalinas de la Formación Mirador, al que le siguió un momento de quietud en el que las regiones deprimidas fueron cubiertas por depósitos piroclásticos primarios y removidos reunidos en las formaciones La Pava y Collón Curá, con gran desarrollo de paleosuelos.
Entre el Plioceno y el Pleistoceno hubo efusiones de basaltos pertenecientes a las formaciones Campana, Moreniyeu y Cráter y
acomodamientos de bloques del basamento, lo que produjo un de ascenso general de la comarca por la reactivación de antiguos
corrimientos, que controlarían luego el emplazamiento del valle del río Chubut y se iniciaría la depositación y dispersión hacia él
este de las unidades fluvioglaciales y fluviales del Pleistoceno.
Durante el Holoceno se desarrollaron depósitos pedemontanos, coluviales y aluviales al pie de las principales elevaciones, depósitos de remoción en masa, depósitos salinos de bajos, lagunas y fluviales actuales.
Los recursos minerales están representados por manifestaciones de minerales metalíferos e industriales y combustibles sólidos.
Existen además áreas con alteración hidrotermal. Se identificaron distritos portadores de minerales metalíferos, Los Manantiales
(Zn-Pb-Cu-Ag-Au), Lagunita Salada (Ba-Pb-Cu) y la región de Cushamen o del río Chico (Mo-Fe; grafito). También se localizaron
pequeñas manifestaciones de uranio, algunos minerales industriales, como caliza, piedra, laja, cuarzo y halita y, entre los combustibles sólidos, carbón. Las áreas de alteración hidrotermal situadas en las sierras de Taquetrén, del Moligüe y Lonco Trapial, tienen poca intensidad y pequeña extensión. Sobre la base del actual nivel de conocimiento, se consideran importantes los depósitos pertenecientes al distrito minero Los Manantiales, mientras que la mayoría de las restantes mineralizaciones son de menor significación y permitirían solamente trabajos de tipo artesanal.
Fil: Lizuaín, Antonio. Servicio Geológico Minero Argentino - Instituto de Geología y Recursos Minerales; Fil: Silva Nieto, Diego G. Servicio Geológico Minero Argentino - Instituto de Geología y Recursos Minerales; Fil: Pezzuchi, Hugo Daniel. Servicio Geológico Minero Argentino - Centro Comodoro Rivadavia; Fil: Márquez, Marcelo. Servicio Geológico Minero Argentino - Centro Comodoro Rivadavia
2022-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 3169-27 Barreal, Provincia de San Juan
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4229
Hoja Geológica 3169-27 Barreal, Provincia de San Juan
Anselmi, Gabriela; Cegarra, Marcelo I.; Gaido, María Fernanda; Yamin, Marcela; Pereyra, Fernando Xavier; Herrmann, Carlos Jorge
La Hoja 3169-27 Barreal se encuentra ubicada en el sur de la provincia de San Juan, y comprende fundamentalmente parte de la provincia geológica de Precordillera, que es dividida sobre la base de sus características estructurales y litológicas en tres subunidades: Precordillera Occidental, Precordillera Central y Precordillera Oriental. Parte de las dos primeras están contenidas en la Hoja y separadas, hacia el oeste, por la depresión tectónica de Calingasta-Barreal del tramo terminal de la bajada pedemontana de Cordillera Frontal (localizada al oeste de la Hoja).
El nombre de la Hoja proviene de la localidad homónima que junto a la de Calingasta y Tamberías -cabecera de departamento conforman los núcleos poblacionales más importantes de la región. Hilario y Sorocayense constituyen otros asentamientos del valle del río de Los Patos.
En cuanto a la estratigrafía, el registro de rocas paleozoicas está prácticamente completo; sedimentitas y piroclastitas triásicas completan el registro mesozoico y epiclastitas continentales, fundamentalmente neógenas y cuaternarias, el cenozoico.
Las rocas más antiguas, del Ordovícico y de ambiente marino, corresponden a calizas de plataforma (Formación San Juan), sedimentitas con olistolitos calcáreos en zona de talud (Formación Los Sombreros), wackes y areniscas líticas (Formación Don Polo) y epiclastitas relacionadas a facies volcánicas (Formación Portezuelo del Tontal) y, en ambiente de llanura abisal, epiclastitas asociadas
a lavas almohadilladas (Formación Alcaparrosa). La persistencia de este ambiente marino durante el Silúrico dio lugar a la formación principalmente de rocas clásticas finas (formaciones Calingasta, La Tina y Tambolar), y durante el Devónico a epiclastitas de plataforma (Formación Talacasto) y sedimentitas que representan secuencias turbidíticas (Formación Punta Negra), reunidas en el Grupo Gualilán. Un cambio en las condiciones climáticas y ambientales acaecido durante el Carbonífero hizo que la sedimentación
ocurriera en condiciones glacimarinas-marinas, con la consiguiente formación de depósitos diamictíticos (formaciones Ciénaga Larga del Tontal y Hoyada Verde). La acción glaciar también dejó su impronta en sedimentos lacustres carboníferos con presencia de dropstones (Formación La Deheza). A finales del Carbonífero, el ambiente glacimarino fue gradualmente continentalizándose; epiclastitas con invertebrados marinos fueron reemplazadas paulatinamente por epiclastitas marinas litorales a costeras con plantas y esporas (Grupo Pituil), así como sedimentitas marinas fosilíferas fueron seguidas por epiclastitas eólicas (Formación Del Salto) durante el Pérmico temprano (Cisuraliano).
El registro sedimentario se reanudò en el Triásico, cuando la sedimentación se produjo en depocentros aislados entre sí, como en el paraje Rincón Blanco y en Sorocayense, donde afloran las unidades homónimas, respectivamente. Estas epiclastitas continentales están asociadas a piroclastitas e intercalaciones basálticas que revelan una actividad volcánica coetánea. Estos depósitos constituyen
el único registro de la era mesozoica.
Durante el Oligoceno superior-Mioceno inferior hubo actividad ígnea en la región con intrusiones granodioríticas en forma de stocks y diques (Granitoides y rocas hipabisales cenozoicos); por otra parte, al comienzo del Neógeno se inició la depositación de sedimentos en ambientes de tipo lagunar, eólico y fluvial con caída de ceniza coetánea (Formación Albarracín), que fueron seguidos por depósitos gruesos en facies proximales de abanicos aluviales (Formación Mogotes), hacia el este de la sierra del Tontal. En
tanto, en la depresión tectónica de Calingasta-Barreal se instalaron sistemas fluviales y lacustres (Formación Lomas del Inca), en respuesta al levantamiento a que fue sometida la región.
Ya en el Pleistoceno se produjo el relleno con gravas y arenas de los valles intermontanos y del piedemonte occidental de Precordillera (Sedimentos pedemontanos e intramontanos antiguos) así como en el piedemonte de Cordillera Frontal (Sedimentos pedemontanos Nivel I y II), con el desarrollo de extensos y distintos niveles de agradación. Otros depósitos recientes incluyen los de planicie aluvial y fluviales aterrazados en torno a los cursos fluviales más importantes de la comarca; de remoción en masa, como avalanchas de rocas y flujos de detritos alrededor de las sierras más elevadas, y aluviales y coluviales en todo el ámbito de la Hoja.
En cuanto a la estructura, la Precordillera está caracterizada como una compleja faja plegada y corrida de piel fina, en sus sectores occidental y central, constituida por corrimientos principalmente de vergencia oriental, con retrocorrimientos subordinados, mayormente en el sector occidental, que sufrió un importante acortamiento horizontal en sentido E-O durante el Neógeno. La compleja estructura que exhibe la Precordillera proviene de la superposición de al menos tres eventos compresivos que afectaron la región en el Paleozoico inferior, en el Paleozoico superior y en el Neógeno, con eventos extensionales intercalados, de los cuales el más evidente fue el acaecido en el Triásico, asociado al desarrollo de hemigrabens de rumbo N-S a NNO-SSE que controlaron la depositación de las sedimentitas y volcaniclastitas coetáneas. Estas estructuras extensionales fueron reactivadas como compresivas en
el Néogeno, segmentando y condicionando la orientación de los corrimientos. La zona tiene actividad tectónica compresiva en la actualidad, con fallas y pliegues que afectan depósitos cuaternarios.
La estructura y la evolución tectónica regional han sido determinantes en el modelado del paisaje con la formación de una sucesión de cordones serranos con rumbos aproximadamente norte-sur conformando una montaña de bloques. Desde el punto de vista morfoestructural se han diferenciado dos sectores: uno occidental donde el proceso fluvial ha conformado extensas bajadas que se prolongan fuera del ámbito de la Hoja, y uno centro-oriental, en el que la influencia estructural-litológica ha condicionado el accionar del proceso fluvial formando una serie de valles longitudinales, que constituyeron originariamente cuencas endorreicas y que luego fueron integrándose a través de capturas.
Entre los recursos minerales de interés se cuenta con manifestaciones metalíferas y no metalíferas. Entre las primeras se halla la mineralización de Pb, Ag, Zn y Au-Cu del antiguo distrito minero El Tontal y las manifestaciones polimetálicas vetiformes de Cu, Pb, Zn, Au presentes en el límite norte de la Hoja, al sudeste de la localidad de Calingasta. Con relación a los minerales no metalíferos se destacan los depósitos de bentonita, en continua producción, que conforman el distrito conocido como Barreal-Hilario,
de edad triásica y las manifestaciones de sulfatos de Al y Mg del distrito “sulfatero” Calingasta, alojadas en las lutitas ordovícicas de la Formación Alcaparrosa.
En el ámbito de la Hoja se seleccionaron diferentes sitios de interés geológico cuyas particularidades son valoradas de interés para reconocer e interpretar la evolución de los procesos geológicos que han actuado en la comarca.
Fil: Anselmi, Gabriela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Cegarra, Marcelo I. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Gaido, María Fernanda. Servicio Geológico Minero Argentino. Delegación Córdoba; Argentina.; Fil: Yamin, Marcela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Pereyra, Fernando Xavier. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.; Fil: Herrmann, Carlos Jorge. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
2021-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 3363-II y 3363-IV Bell Ville y Venado Tuerto, Provincias de Córdoba y Santa Fe.
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4185
Hoja Geológica 3363-II y 3363-IV Bell Ville y Venado Tuerto, Provincias de Córdoba y Santa Fe.
Gaido, María Fernanda; Sapp, Mari
Las Cartas Geológicas Bell Ville (3363-II) y Venado Tuerto (3363-IV) a escala 1:250.000, están situadas en la provincia
geológica Llanura Chaco Pampeana, abarcando parte de la región centro oriental de la provincia de Córdoba y parte del centro oeste de la provincia de Santa Fe.
Los afloramientos superficiales están representados por depósitos cenozoicos pleistocenos propios de ambientes eólicos,
fluviales, fluvio aluviales y fluvio palustres -en sus diferentes facies-, y en menor proporción, por los depósitos holocenos.
La estratigrafía del subsuelo se inicia con rocas del basamento cristalino proterozoico, le siguen depósitos continentales del
Paleozoico superior (Formación Ordóñez y Formación Victoriano Rodriguez), depósitos cretácicos (Formación Serra Geral y
Formación Tacuarembó) y depósitos terciarios (Formaciones Laguna Paiva, Chaco, Paraná y Puelches).
Los materiales cenozoicos cuaternarios más antiguos sólo se encuentran expuestos localmente en cárcavas, canteras de áridos
terrosos, caminos vecinales profundizados y en las barrancas de los ríos y arroyos (Formaciones Palo Negro y Carcarañá).
Morfoestructuralmente, el área se caracteriza por una fragmentación del basamento que genera un sistema de bloques tectónicos elevados o altos estructurales y hundidos o depresiones tectónicas. Se destacan fallas con evidencias de actividad neotectónica y lineamientos estructurales detectados por cambios sutiles en los patrones de drenaje y formas del relieve.
La geomorfología despliega, a grandes rasgos, un paisaje de lomadas suavemente onduladas interrumpidas por una depresión
de origen tectónico que se encuentra en el límite de las provincias de Córdoba y Santa Fe. Los agentes modeladores son de naturaleza eólica y/o fluvial, por lo que es posible diferenciar cinco grandes unidades de paisaje con una singular evolución geomorfológica para cada uno de los sectores.
En referencia a la peligrosidad geológica de la región, se identificaron tres peligros geológicos regionales: inundación-anegamiento, erosión hídrica y erosión eólica.
Los suelos corresponden predominantemente a Molisoles y Alfisoles, en los que la fertilidad potencial varía de buena a regular,
disminuyendo hacia el sur, al igual que la disponibilidad de agua.
El esquema hidrológico superficial del área corresponde al del Sistema del Río Paraná, vertiente Atlántica, en el que se han
delimitado cinco cuencas hídricas son sus respectivas subcuencas y calidad de agua variable.
Desde el punto de vista climático el área se sitúa dentro de la zona templada, frecuentemente atravesada por masas de aire que
se desplazan en dirección NE-SO, con una distribución pluviométrica (800 a 900 mm anuales) característica de un régimen
monzónico.
Los recursos mineros se limitan exclusivamente a la explotación de sedimentos loessoides que se destinan a la industria vial y a la fabricación de ladrillos y cerámicos, tanto en la provincia de Córdoba como en la de Santa Fe.
Manifestaciones geotérmicas de baja entalpía se ubican tanto en la provincia de Córdoba como en la de Santa Fe.
Se destacan cinco sitios de interés geológico, algunos de los cuales son representativos de rasgos geomorfológicos regionales.
Fil: Gaido, María Fernanda. Dirección Nacional de Geología y Minería. Centro de Exploración Córdoba; Argentina.; Fil: Sapp, Mari. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Secretaría de Minería. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR). Delegación Córdoba; Argentina.
2020-01-01T00:00:00ZHoja Geológica 4369-II Gan Gan, Provincia de Chubut
https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/4178
Hoja Geológica 4369-II Gan Gan, Provincia de Chubut
Ardolino, Alberto A.; Lizuaín, Antonio; Salani, Flavia; Giacosa, Raúl Eduardo; Hernando, Ignacio
La Hoja 4369 – II Gan Gan está situada en la región norcentral de la provincia del Chubut. El relieve es de serranías, como las
sierras Pire Mahuida, de los Chacays, de Apas, Talagapa, Chauchaiñeu, Catanlil, Jalalaubat, y los cerros Plancuntre, Geshetrau y Chipchihuau. Los bordes y alrededores de las zonas serranas están ocupadas por mesetas, planos levemente inclinados hacia las zonas bajas, coronados por rocas volcánicas o por detritos gruesos levemente consolidados. La sierra de Pire Mahuida presenta en sus partes más altas formas amesetadas, y alrededor tiene una amplia zona de serranías. Áreas planas se encuentran en el centro de la región, ocupada por la pampa de Gan Gan, y en el sector suroccidental, donde se encuentra la pampa Marrauf.
Las rocas aflorantes más antiguas de la región son granitos rojos muy frescos y granitos rojos y grises muy diaclasados y atravesados por numerosos diques aplíticos y de cuarzo de la Formación Mamil Choique, de edad paleozoica superior. Otros granitos y pórfiros graníticos más modernos de la Formación Lipetrén intruyen a la anterior y rocas volcánicas y piroclásticas de la Formación Garamilla se disponen sobre el basamento paleozoico. Ambas integran un magmatismo desarrollado entre el Triásico superior y el Jurásico inferior, formando la entidad conocida como Batolito de la Patagonia Central.
Las volcanitas y sedimentitas del Grupo Lonco Trapial se emplazaron durante el Jurásico inferior. Las efusiones se produjeron a
a través de zonas de fisuras que se generaron con motivo de esfuerzos extensionales producidos por el desmembramiento de Gondwana, con formación de cuencas elongadas, llenadas primero por las efusiones mismas, en muchos casos hasta su colmatación, y luego por depósitos posteriores, al continuar la subsidencia. En muchos casos el volcanismo se integró en un solo manto contínuo traslapando cuencas contiguas. Al finalizar las erupciones, luego de un período de erosión, quedó una superficie más o menos peneplanizada a fines del Jurásico medio.
Al continuar los esfuerzos extensionales, las cuencas renovaron su hundimiento y la acumulación de sedimentos. Durante el Jurásico medio a superior se formaron lagos en las zonas deprimidas, donde se depositaban clásticos finos, lutitas negras y grises, carbonosas y/o bituminosas, limolitas y a veces areniscas. En las zonas costeras, más aireadas y someras, se depositaron calizas algáceas con estructuras estromatolíticas. Sobre los niveles lacustres se depositaron areniscas, pelitas y conglomerados correspondientes a niveles fluviodeltaicos y fluviales. Las rocas así formadas corresponden a la Formación Cañadón Asfalto en los alrededores de la sierra de Jalalaubat, y de los cerros Plancuntre y Geshetrau, y a la Formación Santa Anita en la región sur oriental, en puntos cercanos a Bajada del Diablo y Bajada Moreno.
A fines del Jurásico se produjeron movimientos importantes de carácter orogénico, equiparables a los que dieron lugar a las efusiones del Jurásico medio, conocidos como Intermálmicos. Un nuevo ciclo sedimentario netamente continental se inauguró en la zona. Los sedimentos se volcaron en cubetas o pequeñas subcuencas locales, algunas ya delineadas en el Jurásico y acentuadas por los nuevos movimientos, apoyándose discordantemente sobre las unidades jurásicas. Estas rocas sedimentarias corresponden al denominado Grupo Chubut, y en la zona de Pire Mahuida a la Formación Angostura Colorada.
Al principio del Cretácico inferior se depositaron areniscas y conglomerados producto de la destrucción del relieve formado por las volcanitas, aglomerados y sedimentitas del Grupo Lonco Trapial, y por las sedimentitas de la Formación Cañadón Asfalto, cuyos clastos forman, en algunos sectores de la Hoja, el conglomerado de base de la Formación Los Adobes del Grupo Chubut. Durante el resto del Cretácico inferior y el superior hasta el Campaniano, se produjo un incremento de las efusiones volcánicas extracuencales representadas por importantes depósitos de caída de piroclastos en la cuenca. Muchos permanecieron puros como tobas, y otros fueron redepositados con material epiclástico formando destacados volúmenes de tufitas.
El ciclo sedimentario del Grupo Chubut terminó como consecuencia de otros movimientos conocidos como intersenonianos, del
Ciclo Patagonídico, ocurridos durante el Campaniano, que generaron el ascenso de la comarca cordillerana, cerrando la posibilidad en la región del ingreso del Océano Pacífico.
A partir del Campaniano medio se produjo el depósito fluvial de arenas y conglomerados cuarcíticos, con abundantes troncos, que se apoyaron en discordancia angular sobre el Grupo Chubut luego de los movimientos orogénicos, constituyendo las formaciones Puntudo Chico y Paso del Sapo.
Con posterioridad, a fines del Campaniano se acumularon arcilitas, limolitas y areniscas finas en un ambiente continental, que gradó al marino. Esta secuencia está representada por la Formación La Colonia, de edad campaniana y maastrichtiana.
El Daniano, base del Paleógeno, está representado por la Formación Roca, constituída por rocas pelíticas similares a las del Cretácico superior, por lo que el límite Mesozoico – Cenozoico en la región no está marcado por una discontinuidad litológica, sino sólo por un leve cambio de color de verdoso a castaño y la presencia de fósiles danianos. Rocas diferentes, como calizas de origen orgánico, coquinas y lumachellas se hallan en la sección superior de la unidad, apoyándose sobre los bancos pelíticos.
Durante el resto del Paleoceno y parte del Eoceno se emplazaron los intrusivos gábricos de la Formación El Buitre, en forma de
domos, filones capa y lacolitos. En el mismo intervalo se produjeron las eyecciones de las Ignimbritas Catan Lil.
El levantamiento de las sierras de Jalalaubat y Plancuntre durante el Eoceno, generó por erosión un extenso y delgado manto conglomerádico que puede observarse en la base de los depósitos piroclásticos del Grupo Sarmiento.
Durante el Oligoceno y el Mioceno los eventos más significativos fueron las efusiones volcánicas asignadas a unidades que tienen una extensión que engloba a casi la totalidad de la superficie de la Patagonia, como son las tobas del Grupo Sarmiento. Otras son de extensión regional, como los basaltos de la Formación Somún Curá. Sin embargo, lo más relevante de este volcanismo en la región son las erupciones de tipo central o central - fisural que están representadas por cinco núcleos, las sierras de Apas, de Talagapa, de los Chacays, de Piré Mahuida y parte de la sierra de Chauchaiñeu. Este volcanismo está representado por piroclastitas, lavas y cuerpos subvolcánicos, de composición traquítica, riolítica, andesítica, traquiandesítica y traquibasáltica, que se incluyen en la Superunidad Quiñelaf y en el Complejo Volcánico Pire Mahuida.
Al Plioceno son asignadas efusiones ocurridas en el área del Bajo Hondo y con dudas las que formaron el cerro Plan Luan. A este mismo período se asigna la Formación Pampa Sastre, producto de la erosiónde las sierras de Apas y de los Chacays, que produjeron gran cantidad de detritos psefíticos y psammíticos depositados en forma de mantos, que en algunos sectores forman el tope de mesetas estructurales (Pampa Sastre).
Durante el Cuaternario se produjeron pulsos de ascenso generalizado del área. En el bajo de Gan Gan se formaron varios niveles de pedimentación, algunos sobre el Grupo Sarmiento y otros sobre sectores de la Formación Cañadón Asfalto. El ascenso del bloque de basamento constituido por las sierras de Jalalaubat y Plancuntre, así como la erosión eólica, produjeron la profundización relativa del bajo de Gan Gan durante el Cuaternario. Otros niveles de erosión y agradación cuaternarios se encuentran en varios lugares de la hoja, formando pedimentos, terrazas, fenómenos de remoción en masa y relleno de bajos y cañadones actuales.
La evolución tectónica del sector occidental de la Hoja estuvo asociada a la del basamento paleozoico de la Precordillera Patagónica, a la cuenca mesozoica de Cañadón Asfalto y a deformaciones contraccionales y sedimentación sinorogénica durante los ciclos Patagonídico y Ándico. Por el contrario, al norte y al este, en la Altiplanicie de Somún Curá prevalecieron condiciones contrastantes con las anteriores, ya que estuvieron dominadas por alzamientos no orogénicos.
Geomorfológicamente, se destacan en la región una peneplanicie exhumada y el paisaje asociado a las volcanitas y sedimentitas jurásicas, con homoclinales y crestas y paisaje de rocas plegadas en los alrededores de las sierras de Plancuntre y Jalalaubat. También se destaca el paisaje que ofrecen los varios núcleos serranos volcánicos, con sus coladas, cuerpos, domos y pitones, de las sierras de Apas, de los Chacays, Pire Mahuida, Talagapa y Barril Niyeu. Por último se tienen zonas deprimidas como el bajo de Gan Gan y la pampa Marrauf. Los rasgos geomórficos derivan fundamentalmente de la acción fluvial, aunque el fenómeno volcánico cenozoico impone sus características sobre el paisaje.
Los depósitos de minerales metalíferos en la Hoja tienen significativa importancia, debido a la existencia del proyecto polimetá-
lico Navidad (plata, plomo, cobre, cinc), catalogado como de clase mundial por sus recursos indicados calculados. Además, hay
manifestaciones vetiformes y áreas de alteración de oro y plata, anomalías geofísicas de uranio, minas de baritina, explotaciones artesanales de piedra laja y canteras de áridos que cubren necesidades locales.
Fil: Giacosa, Raúl Eduardo. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.; Fil: Lizuaín, Antonio. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.; Fil: Hernando, Ignacio. Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Argentina.; Fil: Salani, Flavia. Universidad de Buenos Aires-CONICET; Argentina.; Fil: Ardolino, Alberto A. Universidad de Buenos Aires-CONICET; Argentina.
2021-01-01T00:00:00Z