Hoja Geológica 3169-33, Villa Pituil, provincia de San Juan
Date
2023Author
Gaido, María Fernanda
Cegarra, Marcelo I.
Anselmi, Gabriela
Yamin, Marcela Gladys
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La Hoja 3169-33 Villa Pituil se encuentra ubicada en el sur de la provincia de San Juan, entre las coordenadas 31º 40’ - 32º 00’’ LS y 69º 00’ - 69º 30’’ LO, y comprende esencialmente un sector de la provincia geológica de Precordillera, que es dividida en base a sus características estructurales y litológicas en subunidades. Así, el área de la Hoja abarca, de este a oeste, parte de la Precordillera Central y de la Precordillera Occidental. Además, en el oeste de la Hoja se encuentra el valle longitudinal de Barreal que separa la Precordillera de la Cordillera Frontal (localizada al oeste de la Hoja). Esta última tiene su representación en la región en los depósitos distales de su bajada pedemontana que se reconocen en el límite occidental de la Hoja.
Villa Pituil da nombre a la zona sur de la localidad de Barreal, ubicada inmediatamente al norte del esquinero noroeste de la Hoja, la cual constituye el núcleo poblacional más importante del área. Esta Hoja engloba la mayor parte de la superficie del Parque Nacional El Leoncito, el cual se extiende desde el faldeo occidental de la sierra del Tontal hasta el barreal del Leoncito, rasgo geomórfico característico de la zona ubicado al sur de Villa Pituil. Las rocas más antiguas, del Ordovícico y de ambiente marino, corresponden a: grauvacas y subgrauvacas de la Formación Don Polo; calizas de plataforma de la Formación San Juan; sedimentitas con olistolitos calcáreos de la Formación Los Sombreros y epiclastitas asociadas a basaltos que se corresponden con las formaciones Cabeceras y Portezuelo del Tontal. La persistencia de este ambiente marino, que alcanza al Silúrico y parte del Devónico, dio lugar al desarrollo de los depósitos marinos de las formaciones Villavicencio, Hilario, Calingasta y La Tina, correspondientes a facies profundas o de plataforma distal. Asimismo, la sedimentación marina estuvo asociada con el desarrollo de volcanismo submarino, como lo atestiguan las intercalaciones de lavas basálticas almohadilladas en la Formación Sandalio; mientras que en otros sectores la depositación se produjo en profundidades neríticas (Formación Tontal). En el Devónico también se desarrollaron las epiclastitas marinas de las formaciones Codo y Punta Negra, que en este último caso representan facies turbidíticas expuestas a lo largo de los cordones más orientales de la Hoja. En el Carbonífero se produjo un cambio en las condiciones climáticas y ambientales que dio lugar a la acción glacial, que dejó su impronta en las epiclastitas marinas correspondientes a las distintas unidades carboníferas de la región (formaciones Leoncito, Majaditas y Ansilta y el Grupo San Eduardo). Paulatinamente, este ambiente glacimarino fue pasando a un ambiente marino somero a litoral que imprimió sus caracteristicas en parte de las sedimentitas del Grupo Pituil y en la sección superior de la Formación Ansilta, donde ya se encuentra la transición a facies fluviales continentales del Pérmico Inferior. El registro sedimentario se reanuda en el Triásico cuando la sedimentación continental se desarrolló en depocentros aislados. En el límite norte de la Hoja, en la serranía de las Piedras Pintadas, se observan escasos afloramientos de epiclastitas continentales, con intercalaciones piroclásticas, portadoras de una variada paleoflora que pertenecen al Grupo Sorocayense; otro pequeño grupo de asomos triásicos se observa al sur de la Pampa Jarillal. Tentativamente, entre el Pérmico y el Triásico se generaron pequeños cuerpos subvolcánicos (diques dacíticos, andesíticos y basálticos) que indican la ocurrencia de un magmatismo, posiblemente extensional, que afectó esta parte de la Precordillera. La actividad ígnea del Oligoceno Superior-Mioceno Inferior, vinculada a una subducción, generó los cuerpos subvolcánicos andesíticos y dacíticos de la Formación Cerro Redondo que se reconocen en el frente serrano occidental de Precordillera (serranía de las Piedras Pintadas y alrededores del cerro Quebrada Seca), y en los diques ácidos que afloran a lo largo de la sierra que contiene a los cerros Los Arroyitos y Cabeceras y en la ladera occidental de la sierra del Tontal. Por otra parte, en el Neógeno comenzó la depositación de los sedimentos sinorogénicos de la cuenca de antepaís mioceno-pliocena (formaciones Lomas del Inca, Albarracín y Mogotes), donde las facies y la composición de estas epiclastitas, con esporádicas intercalaciones piroclásticas, reflejan la evolución del levantamiento y deformación de la región. En el Pleistoceno se produjo la acumulación de gravas y arenas en los valles intermontanos, en el piedemonte occidental de Pre-cordillera y oriental de la Cordillera Frontal. Estos depósitos conforman distintos niveles de agradación que fueron agrupados en dos niveles como Depósitos pedemontanos e intramontanos Nivel I y Nivel II, respectivamente. Los depósitos más recientes están constituídos por los sedimentos fluviales aterrazados que bordean los principales cursos fluviales; los de remoción en masa, avalanchas de rocas y flujos de detritos, principalmente a lo largo del faldeo oriental de la sierra del Tontal; los sedimentos finos de barreal, notoriamente desarrollados en el barreal del Leoncito; y los aluviales y coluviales que se reconocen tapizando las pendientes de todo el ámbito de la Hoja. En cuanto a la estructura, la Precordillera Occidental y Central está caracterizada como una compleja faja plegada y corrida de piel fina, constituida por distintos corrimientos principalmente de vergencia oriental, principalmente, con retrocorrimientos subordina dos mayormente en el sector occidental, que sufrió un importante acortamiento horizontal en sentido E-O durante el Neógeno. La compleja estructura que exhibe la Precordillera proviene de la superposición de al menos tres eventos compresivos que afectaron la región en el Paleozoico Inferior, en el Paleozoico Superior y en el Neógeno. De los eventos extensionales intercalados con los compresivos, se destaca el acaecido en el Triásico, asociado al desarrollo de hemigrabens de rumbo nor-noroeste que controlaron la depositación de las sedimentitas y volcaniclastitas coetáneas. Estas estructuras extensionales fueron reactivadas como compresivas en el néogeno, segmentando y condicionando la orientación de los corrimentos presentes. La zona sigue mostrando actividad tectónica compresiva en la actualidad, con fallas y pliegues que afectan depósitos cuaternarios y constituyen potenciales fuentes sismogénicas. En la zona de la Pampa de los Pozos se encuentran algunas antiguas labores mineras de escasa magnitud, vinculadas con la extracción artesanal de cobre. Esta mineralización se asocia con pequeños intrusivos pérmico-triásicos. También, al norte del cerro Los Arroyitos se encuentran en superficie pequeñas zonas de alteración vinculadas a diques, probablemente neógenos, las cuales podrían contener concentraciones minerales de interés. Se resaltan siete sitios de interés geológico con destacadas características geológicas y estratigráficas regionales.
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Gaido, M.F., Cegarra, M.I., Anselmi, G., Yamin, M.G. 2023. Hoja Geológica 3169-33, Villa Pituil, provincia de San Juan. Boletín Nº 451, 83 pp. Buenos Aires. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales.
Fil: Gaido, María Fernanda. Servicio Geológico Minero Argentino. Delegación Córdoba; Argentina.
Fil: Cegarra, Marcelo I. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
Fil: Anselmi, Gabriela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
Fil: Yamin, Marcela. Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos Minerales; Argentina.
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